Cuando llegamos a la Selva Central, pensamos en conocer muchos lugares que ya habíamos oído hablar, pero no teníamos idea de lo majestuoso de lo que es este sitio no muy desarrollado para el turismo, pero brinda unas vistas panorámicas realmente épicas de toda la zona que esta dominada por una vegetación muy densa, muy cargada y que queda impresa en tu memoria.
Al salir de Almorzar de un establecimiento ubicado al lado del puente Raither, nos dirigimos hacia la comunidad de Bajo Toterani ubicada en la margen derecha del río Perené, unos 25 km mas al este por la carretera asfaltada. En todo el camino se aprecia la agreste geografía, llena de arboles y ramas que están casi colgadas del acantilado. Pasando el distrito de Perené es donde se aprecia con mayor nitidez el cambio de escenario, las montañas de la selva alta parecen haber sido cortadas por una enorme sierra y es en la zona de Puerto Victoria donde se comienza a observar un cañón impresionante llamado "Boca de Tigre".
Pasando Puerto Victoria se observa una trocha con ascenso pronunciado al lado derecho, luego de unos 15 minutos de subida y ya casi al oscurecer llegamos al fantástico "Mirador Catarata Toterani" donde se observa la "Catarata Boca de Tigre"; pero antes de este mirador, desde la planicie donde nos recibieron los pobladores de la comunidad de San Pedro de Marankiari, se apreciaba todo el valle del río Perené, un paisaje memorable y conmovedor, los sentidos se estremecen, los fuertes colores de la selva se vuelven fantasía. En ese momento nos arrepentimos de no haber llegado más temprano porque simplemente el lugar era para disfrutarlo mucho más y enamorarse de este.
La catarata Boca de Tigre tiene 3 caídas, de aproximadamente unos 30, 40 y 15 m de largo pero... ¿Por que se llama así?, pues según nos explico el jefe de la comunidad "Cuando los ancestros de los Ashaninkas navegaban con balsas el río Perené, la zona donde las aguas de catarata se unían con el río era una parte muy peligrosa, porque formaba peligrosos remolinos; todo el que intentaba pasar esa zona terminaba ahogado, era como un tigre que se devoraba a la gente".
Luego observamos el mágico anochecer acompañado de los pobladores de la comunidad que nos invitaron agua de coco y mucha comida. Luego de eso y por el tiempo que tomaba en regresar a San Ramon, nos retiramos agradecidos y esperando volver en el futuro. Realmente la pasamos bien a pesar del poco tiempo que nos quedamos. Aunque el turismo en esta zona no esta desarrollado, seria bueno que le den una oportunidad, por todo lo que tiene la zona, lo merece. Hasta la próxima viajeros. Un abrazo a todos.
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